El pasado miércoles 23 celebramos la primera de las visitas guiadas organizadas por Cuenca Abstracta 2016 a las vidrieras de la Catedral de Cuenca. Las historiadoras Laura y María Lara Martínez, amigas y socias de la Asociación fueron las encargadas de llevarla a cabo.
Las doctoras Laura y María Lara Martínez, Profesoras de la Universidad a Distancia de Madrid (UDIMA) y Primer Premio Nacional de Fin de Carrera en Historia, son expertas en las vidrieras de la Catedral pues, desde 2007, han desarrollado esta línea de investigación descubriendo y narrando el argumento teológico y científico del cristal polícromo a través del lenguaje de la abstracción.
[caption id="attachment_3296" align="aligncenter" width="640"] Inicio de la Visita[/caption]
La conferencia llevó por título “El Hijo y la humanidad: la Creación”, y puso énfasis en el papel de la ciencia como hilo narrativo de las vidrieras, centrándose sobre todo en la explicación de las 20 vidrieras realizadas por el artista conquense Gustavo Torner que diseñó las 15 vidrieras que están situadas en el Altar Mayor: una en el centro, siete en el lado de la epístola y otras siete en el lado del evangelio, además de cinco vitrales y el rosetón en la nave derecha.
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Las doctoras María y Laura Lara nos explicaron que en la Capilla Mayor, Torner se inspiró en los recuerdos que tenía de su infancia de las celebraciones litúrgicas que presenció de niño en las que la incidencia de la luz sobre los ornamentos y las casullas creaba. Basó su programa iconográfico en formas abstractas, con predominio de tonos ocres y con referencias conceptuales tanto a la ciencia como a la teología. Plasmó el tema de la creación en sentido amplio, incluyendo referencias al Big Bang, a la creación del mundo, a la cadena de ADN y a las lenguas de fuego de Pentecostés. Entre las influencias que podemos apreciar en el artista conquense destaca el mural del pintor expresionista Munch (1863-1944) en la Universidad de Oslo, la Capilla de Saint-Marie du Rosaire de Matisse (1869-1954) en Vence y una miniatura de tres centímetros del orfebre y retratista inglés Nicholas Hilliard (c. 1547-1619), titulada Hombre entre las llamas.
[caption id="attachment_3300" align="aligncenter" width="640"] Explicación de las Vidrieras de la Capilla Mayor[/caption]
Destacaron también que Torner refleja la Historia de la Salvación y nos explica la Creación utilizando la física de los griegos de la Antigüedad y sus cuatro elementos (tierra, aire, agua y fuego) y la física moderna del Big Bang. La vidriera central representa esta explosión cósmica. En el lado de la epístola, las siguientes 4 vidrieras reflejan con una variedad cromática mayor el ADN, como símbolo del árbol de la vida. En la quinta vidriera aparece el ser humano y la inteligencia humana se representa mediante un ángulo recto. La sexta simboliza la persistencia de lo inconsciente y la caída del ser humano en el pecado. La última vidriera de esta fila refleja otra vez la conciencia e inteligencia humana y vemos al hombre redimido que ha alcanzado la salvación y se encuentra con Dios.
[caption id="attachment_3301" align="aligncenter" width="640"] Explicación de las Vidrieras[/caption]
Finalizamos la visita comentando las vidrieras de la nave derecha, en la que Gustavo Torner realizó otras cinco vidrieras y los vitrales del rosetón. Dos de ellas están colocadas sobre las laudas antiguos obispos conquenses. Los vitrales situados estas laudas contienen franjas horizontales sin círculos y unas líneas verticales a modo de nervios, simbolizando la subida de las almas de los difuntos desde los sepulcros al cielo. De esta forma consigue que las tonalidades amarillas y ocres sintonicen perfectamente con los colores que decoran las lápidas episcopales. Para diseñarlas Torner se inspiró en la Catedral de York y en el emplomado pequeño de sus vidrieras.